El propietario o custodio de cualquier animal doméstico deberá proporcionarle alimento, agua, refugio, atención médica calificada y las vacunas necesarias, de manera adecuada y suficiente, a un nivel que garantice su seguridad, salud y bienestar. El propietario o custodio deberá mantener en condiciones sanitarias los recintos o alrededores donde se mantenga el animal doméstico.